J.P. Morgan construyó el Titanic para matar a la competencia y crear la Reserva Federal.
El protagonista del artículo de hoy se llama John Pierpont Morgan, y fue un financiero y hombre de negocios americano que vivió a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX. Es conocido por haber creado empresas como J.P. Morgan & Company, General Electric y U.S. Steel. Es uno de los participantes más conocidos de un acontecimiento histórico llamado “Pánico financiero de 1907”, una crisis financiera que llevó muchos bancos y negocios a la bancarrota, ya que la bolsa de Nueva York cayó un 51% de su valor del año anterior. Era una tragedia para muchos. En esos tiempos, Morgan era uno de los hombres más ricos del mundo. Sin embargo, su vida también tiene un matiz un tanto preocupante, siniestro y misterioso. Por ejemplo, se dice que empezó su carrera financiera a la edad de 24 años, comprando en secreto armas rotas de la guerra de la secesión por 3 dólares cada una, para luego venderlas al precio de 22 dólares por unidad. Empezó por una estafa y sin lugar a dudas esto no ayudó en su reputación.
Otro escándalo con el que supuestamente Morgan puede estar relacionado es la tragedia que ocurrió en 1912. Fue entonces cuando el más famoso barco de la historia se fue al fondo del mar durante su primer viaje. En este asunto pueden entrar cosas relacionadas con la política americana y procuraremos hoy acercarte ligeramente el tema. Sin embargo, lo que más aterra es la posibilidad de que alguien considerara una tragedia marítima para librarse de su posible competencia y realizar sus planes políticos y financieros.
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Pero empecemos desde el principio con la historia. La historia del Titanic tal y como la conocemos tiene un fondo bastante peculiar. Hay que volver al año 1898 y a un autor llamado Morgan Robertson. Este escritor publicó en ese año una novela titulada “Inutilidad: o los restos del Titán”. La novela trataba de un crucero denominado insumergible que viajaba a una velocidad demasiado alta y se estrelló con un iceberg en el Atlántico del Norte, matando a la mayoría de las personas a bordo debido a la escasez de botes salvavidas. No hace falta decir que ese fue exactamente el transcurso del primer viaje del Titanic 14 años después.
Vamos a empezar por algunos hechos históricos, para que tengas la idea de lo que puede unir a Morgan, el financiero, con la obra de Robertson. En primer lugar, J.P. Morgan fue el fundador/creador del barco Titanic. Gracias a su riqueza se logró construir el barco más grande por aquel entonces. Otro dato importante: a bordo se encontraban algunas de las personas más ricas de todo el mundo y muchas de ellas se oponían a la creación de la Reserva General y de los bancos centrales. Esta idea es la que Morgan quería introducir en Estados Unidos por aquel entonces.
Dato número tres: J.P. Morgan tenía reservado un billete para el primer viaje del crucero Titanic, pero en el último instante canceló la reserva, teniendo como excusa una enfermedad que padeció justo antes. No fue el único en hacer esto, a decir verdad. Un amigo suyo, Milton Hershey, también canceló su viaje en el último momento y sobrevivió para crear más adelante el imperio alimenticio Hershey. ¿Es posible que fuera meramente una coincidencia? ¿O es que todo estaba planeado?
Como muchos seguramente pueden recordar de la adaptación cinemática con Leonardo Dicaprio, durante la tragedia del Titanic no había bengalas rojas para indicar a cualquier otro buque de socorro que el crucero se encontraba en peligro. Había sólo bengalas blancas que significaban en el idioma marítimo que se estaba festejando y todo estaba en pleno orden. Además, el Titanic era el primer crucero que tenía la tecnología de cerrar las cubiertas electromagnéticamente, lo que también significaba sellar a las personas bajo las cubiertas. Lo más importante: el capitán Edward Smith era uno de los capitanes más decorados en aquellos tiempos y por eso habría sido completamente ilógico que hubiera ignorado las precauciones de seguridad. ¿Otra coincidencia y dato adicional? La Reserva Federal se fundó exactamente un año después.
A bordo se encontraba también la familia Astor, una de las más ricas de aquellos tiempos, y John Astor III se oponía plenamente a la creación de la Reserva Federal. John Jacob Astor IV, por el otro lado, el hombre más rico y amigo de Nikola Tesla, era también adversario de la idea. La familia ganó su riqueza en el ámbito de la construcción de edificios. Otros oponentes de la creación de la reserva, tales como Benjamin Guggenheim o Isa Strauss también se encontraban a bordo del famoso crucero.
¿Es posible que J.P. Morgan se inspirara en la novela escrita 14 años atrás para librarse de su oposición y crear la Reserva Federal que favoreció sus negocios? La idea resulta realmente aterradora, pero todos conocemos perfectamente el mundo de negocios y sabemos lo brutal que puede ser a veces la humanidad, para conseguir dinero u otras cosas valiosas. Por eso resulta imposible descartar con certeza la idea. Por si no lo sabías, el autor de la novela murió unos años después de que el Titanic se hundiera. Causa de muerte: envenenamiento. Son una serie de coincidencias difíciles de explicar…
La novela fue escrita mucho antes de que se diseñara el Titanic, pero hay una serie de similaridades que hace todo muy, pero que muy sospechoso. Por ejemplo que, al igual que el Titanic, el crucero de la novela se hundió en abril en el Atlántico del Norte y no había suficientes botes salvavidas. Hay mucha similitud en cuanto al tamaño (aprox. 250 metros del Titán y unos 270 del Titanic), velocidad (25 nudos para el Titán, 21 para el Titanic), nombre y equipamiento salvavidas. Ambos barcos chocan contra un iceberg por la parte del estribor a 400 millas de Newfoundland en una noche de abril. Ambos se hunden. El Titanic mata a 2200 personas, mientras que el Titán de la novela mata a 2500 personas.
Existen incluso más coincidencias entre el suceso real del Titanic y el crucero de la novela. Todo esto despierta muchas sospechas de que el Titanic existiera para cumplir el propósito de su autor. Y un propósito realmente siniestro. Es inquietante sólo pensar que el barco nunca debía alcanzar el puerto de llegada: ¿qué pasaría si de verdad todo lo que ocurrió fuera un plan muy bien pensado…?
Fuente: conspiracyclub.co / Giphy / Starstock